Desde nuestra llegada, la experiencia en este hotel fue un completo desastre. La playa estaba sucia, llena de basura, lo cual ya daba una mala impresión. Para colmo, la parrilla del restaurante a un lado del cemento completamente lleno de cochambre, todo negro y grasoso. El acceso a la cocina era abierto, sin puerta, lo que dejaba a la vista un área en condiciones deplorables: sucia, descuidada y claramente antihigiénica. En el techo del restaurante, una cucaracha enorme paseaba como si fuera parte del decorado. Inaceptable.
La habitación que contraté con vista total al mar no estuvo disponible hasta las 5 de la tarde porque, según el personal, aún no la terminaban de limpiar. Mientras tanto, me ofrecieron dos opciones totalmente distintas a lo que pagué: habitaciones feas, mal cuidadas y con vista parcial al mar. Finalmente, me asignaron otra que supuestamente sí era la correcta… pero al llegar a la habitación ya estaba ocupada por otras personas.
Una experiencia caótica, mal gestionada y sucia en todos los sentidos. Claramente hay una falta total de control, limpieza y respeto por los huéspedes. No lo recomiendo en lo absoluto. Este lugar necesita una intervención urgente.