1. Solicitamos con antelación una cuna para bebé, tanto al hacer la reserva (en las notas) como al momento del check-in. Sin embargo, al llegar a la habitación, la cuna no estaba. Tuvimos que indicarles en varias ocasiones —hasta en finalmente en la cuarta ocasión la trajeron.
2. Viajábamos en grupo, y es razonable pensar que todos querríamos estar en el mismo edificio. No fue así, nos ubicaron en distintas locaciones, lo que complicó la experiencia grupal.
3. En cuanto a los alimentos, esperábamos un nivel más premium, especialmente al comparar con otros hoteles de la misma categoría. Reúsan mucho los alimentos del día anterior y hasta el tras anterior, el arroz blanco olía mal.
4. El servicio de los saloneros fue excelente. Queremos destacar especialmente a Mauro en el restaurante tailandés y an Armando en el japonés.
5. Sobre la limpieza del cuarto: todo iba bien hasta que anoche, después del servicio de limpieza, notamos que los paños usados (que habían quedado en el piso) fueron colgados nuevamente, en lugar de ser reemplazados. También notamos que retiraron la plancha de ropa sin explicación y colocaron una secadora de cabello. Llamamos a servicio de habitaciones para dejar constancia y evitar inconvenientes al momento del check-out.
6. La cama presenta un problema que consideramos importante mencionar: todas las noches he tenido picazón en brazos y cuello, al punto de despertarme en la madrugada.