“Ha sido uno de los sitios mas increíbles en los que he estado, por no decir el que más. El alojamiento es sencillo pero muy bonito. La aldea en la que esta, está en medio de la nada, pero tanto la familia dueña del alojamiento, como sus habitantes, son todos increíbles. Nos dieron una acogida encantadora, además de enseñarnos la cascada que hay a 400 metros caminando (con mucha cuesta) pero que merece muchísimo la pena. Te puedes bañar en ella, además de ver la vida de los habitantes que te van……