Esperábamos más, el peor hotel de nuestro viaje a Japón de 3 semanas. Guardan las maletas sin comprobar que eres cliente en el check in, no hay escaleras y en ocasiones los ascensores se saturan, las lavadoras están ocupadas siempre, es imposible usarlas (2 calles más abajo hay una lavaderia más rápida y barata, pero el hotel no te lo dice). El desayuno no es recomendable, los platos están sucios y la variedad y calidad de comida es muy limitada. La habitación en nuestro caso, doble de dos camas, tamaño correcto, aunque la almohada es mínima (ocupa la mitad del ancho de la cama), la limpieza es el 4 día de estancia y no se ofrece cambio de toallas a no ser que lo pidas en recepción, al igual que la basura. Las amenities muy limitadas, no facilitan crema ni infusiones o café (en la habitación hay solo para un día) y tampoco hay de bienvenida. Dejan paraguas si llueve y hay servicio de envío de equipaje. Sería al único hotel que no volvería, una lástima.