La palabra que lo define es decepcionante. El estudio que alquilé tenía un buen tamaño y vistas al mar, pero estaba muy sucio, lleno de pelusas, el mobiliario de la cocina (cocina integrada) muy básico, con las puertas de los armarios que se caían al abrirlas. Pedí una cama doble y me pusieron dos pequeñas juntas, con las almohadas pequeñas de esas que son como cojínes y no cubren la anchura de la cama. Del desayuno solo se salvaba el café, el yogur natural excelente y la fruta, con la salvedad de que te podías encontrar piezas de fruta podridas. En un 3 estrellas esto es intolerable, aunque las fechas coincidieran con el apagón.