Al principio un poco desastre, pero lo comentamos a Fermín y todo mejor. Buen desayuno, Ado y Viky son súper amables. La cama muy cómoda, el lugar en si tiene mucho encanto y gusto en la decoración.
Contra: subir hasta allí a oscuras con la moto (aunque es parte de la aventura)/está tan integrado a la naturaleza que había un lagarto grande en nuestra habitación...