El hotel es bonito y cuenta con una ubicación privilegiada. Sin embargo, encontré un problema importante durante mi estancia: el cespol o coladera de la regadera y del baño estaban desconectados, lo que provocó un olor muy desagradable en toda la habitación. Llegué por la noche y noté el olor de inmediato, al día siguiente, al usar la regadera, me di cuenta del origen del problema.
Considero que el hotel debería revisar cuidadosamente las habitaciones antes de asignarlas a los huéspedes. Un desperfecto así no solo afecta la comodidad, sino también la experiencia general de la estancia. No deberían rentar habitaciones que presenten este tipo de falla