Nuestra estancia fue muy placentera, la ubicacion del hotel al principio si llama la atención porque hay puestos ambulantes sobre la calle, y pareciera que uno no puede ni siquiera aparcarse para hace el check in, pero no, porque a pesar de los puestos hay un lugar justo enfrente desocupado para estacionar el coche y hacer el proceso de registro y asignacion de habitacion. Por la noche los puestos se quitan y queda la calle vacia, el movimiento no es tanto, pero en nuestra experiencia fue seguro caminar de noche por los alrededores. Nuestra habitacion tenia vista a la calle, sin ningun inconveniente. El desayuno buffet bien, quizas podrian agregar, mas opciones de proteina animal y pan dulce, pues ofrecen pan y capsulas para untar mermelada o mantequilla. Lo mejor de nuestra estancia fue que en todo momento las personas tanto de la recepcion, como del restaurante y el resto de personal (incluso el menos carismatico, serio y rudo) siempre resolvieron nuestras solicitudes y casi todos con una sonrisa o al menos con una actitud educada. Agradecemos mucho sus atenciones. Lo unico malo es que el tiempo no fue suficiente para disfrutar mas tan bella ciudad.