Me gustó mucho mi casa de campaña, acondicionada para descansar en la noche, ya que la temperatura era más fresca dadas las condiciones climáticas. La experiencia de despertar frente a la playa fue muy bonita.
Sin embargo, hubo varios detalles que afectaron la estadía: los baños en ocasiones no tenían agua para descargar y las puertas no cerraban bien, lo que restaba privacidad. El servicio del restaurante fue muy lento, especialmente en horario de cena, pues conseguir la atención de un mesero implicaba pasar bastante tiempo en la mesa. Además, varios platos del menú ya no estaban disponibles. El desayuno se comenzaba a servir después de las 8:40 a.m., debido a que los empleados no llegaban a tiempo. El café lo servían en vasos de papel porque no contaban con tazas, y al pedir una Coca-Cola pequeña solo disponían del tamaño grande.
Por otro lado, realizamos un tour con ellos y cabe destacar que fueron responsables en el paseo, tanto en la salida como en la recogida. En ese momento, el sargazo estaba presente en la playa de Bahía de las Águilas. Aun así, disfrutamos de una playa cercana a las rocas, donde el agua estaba clara y magnífica.
También brindan seguridad para los vehículos y huéspedes en todo momento, en especial durante la noche, lo cual fue muy valorado.
Se nota que están en un proceso de remodelaciones y cambios, por lo que quizás en una próxima oportunidad la experiencia pueda ser mejor.