El fin de semana pasado nos hospedamos en este hostal y, sinceramente, ha sido de las peores experiencias que hemos tenido en un alojamiento. Lo positivo: el hostal está bien ubicado y las instalaciones son acordes al precio, aunque deberían mejorar la limpieza de las habitaciones, sobre todo de las sábanas. Lo negativo (y lo que realmente arruinó nuestra estancia): a las 3:00 de la madrugada un grupo de jóvenes, aparentemente habituales del lugar, entró al hostal después de lo que parecía ser una noche de fiesta. Desde esa hora y hasta las 7:00 que decidimos marcharnos, estuvieron armando jaleo, gritando y, en particular, una pareja mantuvo relaciones sexuales de manera escandalosa durante horas. Por la construcción del hostal (las habitaciones tienen rejillas en la parte superior) se escucha absolutamente todo, así que fue imposible dormir.
Nos levantamos varias veces a pedirles respeto, pero la situación continuó. Incluso cuando conseguimos contactar al recepcionista a las 6:00 a.m., los ruidos siguieron sin que se tomaran medidas efectivas. La mayoría de huéspedes no pegamos ojo y algunos intentaban dormir con auriculares para soportar la situación. Entendemos que en un hostal se convive con otros viajeros, pero esto ya fue una falta total de respeto y de control por parte de la administración. En resumen, una experiencia muy desagradable que no recomendamos. Ojalá tomen medidas para filtrar quién entra al hostal y garantizar un mínimo de tranquilidad a los huéspedes.