Hotel en buena situación y bien comunicado por metro y tranvia. Estilo clásico aunque el mobiliario es moderno. El tamaño no se corresponde con lo indicado, habitación doble 20mts, si incluimos el baño . En este punto señalar que el baño no llega a lo 4m2. No obstante la limpieza y la calidad del colchón es muy buena. Habitación silenciosa. Respecto al desayuno, está bien, pero no es espectacular, como alguien a escrito, y es algo monótono al ser siempre lo mismo. No obstante al estar incluido en el precio es una baza a tener en cuenta si vemos los precios de Viena para un hotel de esas estrellas en esa ubicación. Por cierto, para los que han viajado poco, debéis tener en cuenta que este hotel utiliza poca lencería, bajera y nórdico, aunque de calidad. Eso agiliza bastante el trabajo al servicio de limpieza. En general un buen hotel donde hospedarse para visitar Viena. Un detalle es que te ofrecen manzanas en recepción para tus visitas por Viena, por cierto muy ricas.