Lo que más nos gustó, es la ubicación, muy cerca, caminando del metro ratio y varias paradas de autobús, restaurantes, muy agradables cerca, como el restaurant Alba, y pastelería 1800 delicioso pastel de nata, la cama es cómoda, todo muy limpio, tiene una cocina compartida con todo lo necesario.
Lo malo es que no hay calefacción Central, por lo tanto, hace muchísimo frío, pedimos una cobija y nos dijeron que no había, pero nos prestaron un calefactor, no era suficiente, tuvimos que usar dos calefactores, con eso se quedó agradable, pero lo más desagradable es el servicio de la recamarera, quien cada mañana Nos quitaba el calefactor, llegaba a tocar la puerta y nos despertaba, hacia los demás cuartos, hablando por teléfono y se oyen sus conversaciones y nos despertaba, y el último día fue a tocar diciendo que la salida era a las 11 de la mañana, le mostramos nuestra reservación por Expedia, que vencía a las 12 del día, y dijo que no era verdad, y se quedó parado en la puerta, y ahí estuvo esperando que nos fuéramos, una pésima actitud.