“En Nicaragua, es fundamental tener conocimientos básicos de español y respetar la cultura. Para mí, esto fue una inmersión total en el español. Esta propiedad se adaptó perfectamente a mis necesidades, aunque una cocina más autosuficiente habría sido genial. Evito los restaurantes y gasto mi dinero en ingredientes de calidad para cocinar comidas saludables. Volvería a reservar, pero se están agotando, pero pienso volver.”